El 6 de marzo de 1899, la farmacéutica alemana Bayer patentó la aspirina. Este medicamento, basado en los salicilatos, se convirtió en un pilar de la medicina moderna. Con el tiempo, su impacto ha sido tan grande que entró en el Libro Guinness de los Récords como el fármaco más vendido del mundo.
Un Descubrimiento Clave
La aspirina se desarrolló a partir del ácido acetilsalicílico, una sustancia derivada de la corteza del sauce. Aunque su uso se remonta a la antigüedad, Bayer logró sintetizar una versión más estable y menos irritante para el estómago. Este avance permitió su producción en masa y facilitó su distribución global.
Más que un Analgésico
Desde su lanzamiento, la aspirina se ha utilizado para tratar el dolor y la fiebre. Sin embargo, su potencial terapéutico va más allá. A mediados del siglo XX, los científicos descubrieron que también tenía propiedades anticoagulantes. Este hallazgo la convirtió en un medicamento clave para prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares.
Un Legado Científico y Comercial
Con más de un siglo en el mercado, la aspirina sigue siendo uno de los medicamentos más estudiados. Su historia demuestra cómo la ciencia y la industria farmacéutica pueden transformar la vida de millones de personas. Además, su éxito comercial la ha convertido en un símbolo de innovación y persistencia.
Hoy, 125 años después de su patente, la aspirina sigue siendo esencial en la medicina. Su historia nos recuerda la importancia de la investigación científica en la búsqueda de soluciones para la salud humana.